¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?

- No entiendo como los humanos no miráis nunca el Sol.
- Es fácil.Si lo hacemos,se nos queman las córneas.
- Pues os perdeis algo increible...
- Nos perdemos muchas cosas.Estamos demasiado ocupados con lo urgente,para darnos cuenta de lo importante.Y la luz,la libertad de poder respirar,los pasos que damos,nada tiene valor.Nos creemos con derecho a pronunciar las palabras equivocadas,a bailar con la rutina,y nos olvidamos de ser felices...
- Debe de ser muy triste vivir así...
- Sí,pero ahora, silencio,el loco va a hablar.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ilargia.


                https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4ZKbvZ5AQIVxYPxtGnz10cKxi5ob0gdNHhCQoVNUQPHiHDqwNfN2fgrwrhFLangAzu-0FlnXNWxqifDTHaRyJAdRKMdCSSO_X85VxTHmhkCY-4PMgbEjmf32JPfE3AnYsPYQwplBqKFJc/s1600-r/amigas.bmp


" Ellos exageran los buenos momentos de la adolescencia,y el subconsciente caza los famosos problemas y desvaríos mentales tan sutilmente,que a menos que quieras recordar,no lo haces.
Lo hace para evitar que pases un mal rato,pensando en el mal gusto musical que tenías,en tu ropa,tan exagerada,en los brillos en la cara,en tus amigos que ya no son amigos,solo víctimas de un mensajito en navidades,y de alguna sonrisa tal vez,al cruzarte con ellos en la calle.Aunque muchas veces sacas el móvil,y haces como que estas muy concentrado enviando el mensaje que te cambiará la vida,cuando solo estas viendo por milésima vez las fotos del cumpleaños de Marta.
Cuando desaparece lo malo,y solo quedan los recuerdos felices,estos parecen mejores de lo que fueron en realidad.Tu primer beso no fue remojado,sino dulce,y el increible esfuerzo que hacías para aprobar matemáticas se reduce a una simple tarde de estudio.Por eso,ellos no pueden hablar con adolescentes,ya que,aunque lo fueron en sus días,han dejado de entender esos sentimientos,tan grandes que dejan de ser simples reacciones químicas,para convertirse en explosiones individuales que podían llegar a alterar nuestras vidas,agarrarlas por los brazos,dar vueltas y vueltas,y finalmente volver a dejarlas en su sitio.
Han olvidado que las mañanas te despiertan a golpes,y tus intentos fallidos de despegarte de las sábanas.Los días se hacen monótonos,y puedes predecir el instante siguiente,porque la rutina se ha instalado en los huecos vacíos de tu cuerpo,y este se ha convertido en un reloj humanoide.Y las formulas y definiciones comparten tu mente junto a un deseo insoportable de que llegue el viernes por la tarde.

El viernes por la tarde empieza cuando el profesor de lengua se asoma a la puerta,balbucea un saludo,y entra en la clase,decidido a meter algo de información en las cabecitas de treinta adolescentes que lo ultimo que quieren es saber más.Acordarse de lo que ya saben es una tarea demasiado difícil,y si además de ella tienes que asimilar nuevos conceptos,imposible.
Se llama Víctor Verdejo.
No es una persona que se pueda describir sin más,hay muchos peros,muchos matices,e incluso así el resultado no se aproximaría ni un ápice a como es él en realidad. Es el prototipo de profesor favorito de los adolescentes,aunque se queda en eso,en un prototipo,y las variantes son infinitas.
Lleva un par de años tratando de despertar algo en nosotros,y todos sienten curiosidad por saber el qué.Por eso,al empezar la clase,comienza el viernes por la tarde,el cansancio acumulado a lo largo de la semana empieza a difuminarse y a hacerse etéreo,hasta desaparecer,y se quedan sus palabras,algún que otro pensamiento vago sobre algo irrelevante,y también,el deseo de que suene el ultimo timbre de la semana,que cuando se materializa pierde todo su encanto,y todos se olvidan de lo mucho que significaba ese pitido hace solo un par de minutos.
A partir de ese momento,todos tienen algo que hacer.Forman su personalidad,cada cual a su manera,con sus aficiones y su gente.Todo el mundo tiene planes para un viernes por la tarde.
Los chicos corren,las niñas,se miran en el reflejo de las puertas.Los pasillos cobran vida,y se hacen eternos.Si las paredes hablasen,como suele decirse,nos contarían tantas lágrimas,risas,discusiones,tantos amores entre clase y clase,que la escucha podría durar toda una vida.
Y yo,en vez de hacer lo propio,me quedo esperando a Ilargia,porque,por tradición,sale la última de la clase,y desfila caminando lentamente,despidiendose de todos con una sonrisa de oreja a oreja.
Ilargia es mi mejor amiga.Serlo casi se convierte en una profesión,y lo es porque es la única que sabe como deben ser mis viernes por la tarde.La conozco desde hace relativamente poco,pero se identificar cada atisbo de expresión que ensombrece o ilumina su cara.Es una de las chicas más guapas de bachillerato,y esa belleza consiste precisamente en la cantidad de alegría que desprende.
Juntas,volvemos a casa,comentando la semana,muchas veces,simplemente para despedirla."



Continuará...
Pd. Ilargia...te quiero.


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